Muchas mujeres pueden sentir cambios leves en su estado de ánimo después de dar a luz.
Si está sufriendo, sepa que no está sola y que usted no tiene la culpa. Con ayuda, podrá sentirse mejor.
Converse con su proveedor de atención médica. También es posible que deba buscar más apoyo para cubrir las necesidades de atención del bebé y sus propias necesidades de salud.